lunes, 24 de noviembre de 2008

Beautiful losers o cómo los perdedores hacen cosas bonitas

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El sábado fui a ver la exposición de Beautiful Losers en La Casa Encendida.
Se conoce bajo este nombre a una serie de diseñadores, pintores, grafiteros y directores de videos que en los 90 promovieron un estilo artistico que reflejaba su mundo: skate, graffiti, surf, hip hop y música independiente; entre otras cosas.
Los jueves exhiben el documental dirigido por Aaron Rose. El mismo da cuenta de este puñado de artistas que bajo el lema de DYI (do it yourself) hicieron que su estilo de vida traspasara sus núcleos e inundara la cultura popular de millones de jóvenes.



Os la recomiendo, para mi fue como una bocanada de aire fresco. Me hizo pensar en la importancia de hacer cosas que me gustan, de estar en movimiento. No es nada nuevo, pero a veces se me olvida. Por cierto, Beatiful Losers es una canción de Leonard Cohen.
Arriba una foto del trabajo de Thomas Campbell, surfero, fotógrafo y director de cine. Abajo la foto emblemática de Ed Templeton, de también emblemático libro "Teenage Smokers"

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lunes, 10 de noviembre de 2008

La Coca Sarli


Uno de los grandes mitos sexuales de Argentina es La Coca Sarli.
Hilda Isabel Sarli mujer de perturbadoras curvas y pechos sin siliconas revolucionó a la sociedad protagonizando el primer desnudo nacional en la película “El Trueno entre las hojas”, en 1958, donde se la puede ver bañándose en un arroyo en la selva misionera. Sus tetas gigantes y mojadas inundaron las pantallas. Había nacido una estrella.
Armando Bo, actor, director y marido de la Coca, convenció a su mujer para hacer esta escena con algunas mentiras piadosas: se trataría de un plano general y ella llevaría un traje de baño color carne. La mentira le valió la fama y un cachetazo de su madre.
Juntos hicieron una treintena con títulos con nombres inquietantes: Carne, Fuego, Días calientes, Lujuria Tropical o La Diosa Impura. Todas eran censuradas a tal punto que se rodaban dos versiones: una para el cine local y otra internacional.
A la Coca sólo le bastaba un whisky para animarse a hacer un desnudo; en alguna entrevista la escuché decir que tiene problemas pulmonares debido a los enfriamientos que sufrió en aquella época.
Algunas de sus frases como ¿Qué quiere usted de mi?,o ¡Suélteme canalla! han pasado a formar parte del lenguaje popular.




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Lo más inquietante era el machismo intrínseco de las películas de La Coca. Nunca nadie cuestionó las violaciones de las que siempre era victima en los films que protagonizaba. Su cuerpo mismo era una provocación, un reclamo, un llamamiento al que los hombres como bestias no podían resistir.



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En la vida real, el único que podía tocarla era su marido y por ese motivo se recurría a planos cortos en las escenas sexuales.
Sin embargo, en la película carne, por exigencias del guión, fue el actor Romualdo Quiroga quien tuvo la difícil tarea de meterle mano delante de la atenta mirada de su marido, Bó. Quiroga no se soltaba durante la grabación y que fue la gran Sarli quien totalmente desnuda, tumbada sobre la res de carne del frigorífico le dijo:
Toque Romualdo, toque sin temor, que es trabajo