En Buenos Aires, hay pocos restaurantes mexicanos y la mayoría son bastante malos.
La gente va a México para veranear en lujosos hoteles en Cancún o Playa del Carmen, por lo que terminan teniendo una realidad distorcionada de su cultura, comen nachos con gusto a hamburguesa y vuelven con souvenirs ridículos que compran en el mismo hotel.
La música es un capítulo aparte, creo que sólo Julieta Venegas y Café Tacuba han logrado atravesar la muralla que separa a ambos países en cuanto a esta materia se refiere.
Hace un par de semanas fui con varios amigos a ver un espectáculo de Lucha Libre Mexiana. En argentina teníamos algo parecido que se llamaba Titanes en el Ring. He visto como varios de mis amigos perdían los papepes en esa atmósfera circense, entre cervezas y margaritas.
El público, incrédulo al principio se fue entregando a su labor a alentar a los personajes que se sucedían a lo largo de la noche: Lobito, Octagoncito, El hijo de El Santo, Casandra (mitad hombre mitad mujer).
Estas son algunas fotos de tal sorprendente velada: